miércoles, 23 de diciembre de 2009

WAGNERITIS (Adicción inexplicable a la música de Don Ricardo)

Cuanto mas lo escucho mejor, mas me gusta y reconforta. Cuando no lo conocía, pensaba que la de Wagner era un tipo de música estridente y muy potente, con orquesta de ingentes proporciones tocando la mayor parte del tiempo en forte o mezzoforte, algo que sobretodo te ayudaba a levantar una migraña inducida.
Nada mas lejos de la realidad. Enorme si que es la orquesta, y a veces toca por supuesto de la forma antedicha, pero la mayor parte del tiempo no es así. (y cuando lo hace resulta grandioso). Son mayoría los pasajes que son suaves, metódicamente ritmicos, tranquilizantes y de una continuidad melódica maravillosa. Paso horas escuchándolas.
La primera vez que escuche la overtura de Tannhäuser no me impresionó mucho, necesité escucharla un par de veces mas para comprenderla. A la cuarta, ya era mía, al igual que el resto de la ópera. Tengo una versión estupenda con Domingo/Studer/Baltsa, si a alguien le interesa.
Se necesita un poco mas, en mi opinión,  para asimilar la Tetralogía del Nibelungo, obra maestra y extensísima del compositor de Leizpig, un referente en el mundo de la ópera.
Para comprender la vocalidad Wagneriana, la forma especial en que el compositor entendía la forma de cantar de los tenores (Heldentenor, o Wagnerheldentenor), sopranos, etc, los requisitos que éstos han de tener para cantar su música, etc, os refiero una vez mas al libro de Arturo Reverter "El Arte del Canto", de Alianza Editorial:







Pongo a vuestra disposición también una extraordinaria recopilación de las óperas del Bayreuther Festspiele que me regalaron el pasado año, y que contiene no sólo las citadas mas arriba de la tetralogía y Tannhäuser, sino muchas mas: Lohengrin, Parsifal, Tristan e Isolde, etc.:





A disfrutar


Eduardo
CIAO

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