viernes, 15 de octubre de 2010

Carmen, Carmen, que delicia !

Ayer volví al Liceu de Barcelona, esta vez lamentablemente de forma virtual, y sin embargo gracias a la tecnología digital de las retransmisiones via satélite que nos permiten ver los detalles que en directo se pierden (aunque indiscutiblemente no es lo mismo que ir al teatro, es una razonable solución) Ya he comentado esto otras veces.
Al asunto. Estas son las cartas de presentación, extraído de la pág. web del Liceu :
Opéra-comique en cuatro actos. Libreto de Henri Meilhac y Ludovic Halévy basado en la novela de Prosper Mérimée. Música de Georges Bizet. Estrenada el 3 de marzo de 1875 en la Opéra Comique de París.

Estrenada en Barcelona en el Teatre Líric el 2 de agosto de 1881. Estrenada en el Gran Teatre del Liceu el 26 de enero de 1888

Ficha artística
Dirección musical
Marc Piollet
Dirección escena
Calixto Bieito
Escenografía
Alfons Flores

Nueva coproducción
Gran Teatre del Liceu / Teatro Massimo (Palermo) / Teatro Reggio (Torí)
Reparto
Béatrice Uria-Monzon, Roberto Alagna, Marina Poplavskaya, Erwin Schrott

Por partes
Carmen, la protagonista, es decir, Beatrice Uria-Monzón, correcta, sin mas. Un poco por debajo, diría yo, incluso. No le pega el papel, empezó fría, le costó meterse en él, la primera habanera, la mas lucida, la deslució. Después, progresivamente, se fue metiendo en el papel para finalmente hacer una segunda parte algo mejor. No me gustó su voz, poco cálida, de agudos tristes, fiato corto y mal administrado y vibrato poco regular. Su interpretación gestual estuvo algo por encima de su canto, afortunadamente, sin resultar tampoco especialmente cautivadora y sensual como una Carmen que se precie debe ser. En los aplausos finales del público se notó lo que escribo aquí, con unos aplausos cortos y desganados.
Micaela, o Marina Poplavskaya, fue mejor, sin estridencias. Hizo un papel correcto vocalmente, pero corto en interpretación. Temerosa, con miedo escénico evidente, brillaron sin embargo su correcta administración del fiato, de los agudos, sostenidos y seguros, y de un vibrato de academia del que abusaba un poco. Pero en general bien la rusa.
Roberto Alagna es un Don José mas que digno. Tiene tablas, presencia en escena, y vocalmente resulta irreprochable. Quizá no exprese con precisión el carácter celoso y agresivo de su personaje, ciego de ira y celos en muchas ocasiones, pero oírle cantar es una delicia. La fleur que tu m'avais jetè resulta dulce, melódica, incontestable como diría Reverter.
El que se sale es Schrott, (el afortunado marido de la Netrebko), que se mete en el papel de Escamillo con autoridad, sobrado. Domina la escena, canta paseándose, con soltura, gracejo y prestancia. Un Uruguayo que parece latino en sus gestos, chulería, y arrogancia, como se espera del personaje que interpreta y la parte que canta. Y la canta muy bien.
Pero, ay, la escenografía siempre me ataca directamente al corazón, últimamente. Como dice mi amigo Fernando, que le vamos a hacer, son los tiempos que nos ha tocado vivir, pero, me cuesta ver a Don Jose de Legionario, un montón de Mercedes de los años 80 por el escenario y una Carmen con falda estrecha y blusa de tirantes. No pretendo un montaje estrictamente ortodoxo, pero creo que a veces las escenografías tienen unas interpretaciones tan particulares que se alejan, y mucho, de la esencia de la obra según fue concebida por su autor. Una pena.
Y, por cierto, un sector el publico del Liceu abucheó un enorme toro de Osborne que llenaba el escenario en el segundo acto. Otro sector del publico mitigó la revuelta.
Y, al inicio del tercer acto, en el entreacto, un torero a la luz de la Luna se desnuda completamente mientras nos obsequia con unos pases al aire. No lo entiendo, sinceramente.
La dirección musical sin pegas, correcta.

Una delicia, como ya he dicho. Carmen es un "Must" .
Eduardo
Melómano operático obsesivo.

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